sábado, 21 de febrero de 2015

La Vitamina A



LAS  VITAMINAS

 

Las vitaminas son compuestos orgánicos (es decir compuestos que contienen al menos un átomo de carbono) que cumplen diversas funciones en nuestro organismo. 

Las vitaminas son sustancias orgánicas imprescindibles en los procesos metabólicos que tienen lugar en la nutrición de los seres vivos. No aportan energía, puesto que no se utilizan como combustible, pero sin ellas el organismo no es capaz de aprovechar los elementos constructivos y energéticos suministrados por la alimentación.

Normalmente se utilizan en el interior de las células como precursoras de las coenzimas, a partir de las cuales se elaboran las miles de enzimas que regulan las reacciones químicas de las que viven las células.
Las vitaminas deben ser aportadas a través de la alimentación, puesto que el cuerpo humano no puede sintetizarlas Existen dos tipos de vitaminas: las liposolubles (A, D, E, K), que se disuelven en grasas y aceites, y las hidrosolubles (C y complejo B), que se disuelven en agua.







  Constituye un grupo de productos químicos naturales y sintéticos de los cuales el retinol es la forma más importante de transporte y almacenamiento de la vitamina A. El papel más importante es la diferenciación ordenada del epitelio mucosecretor.

La vitamina A, es un nutriente esencial para el ser humano. Se conoce también como retinol, ya que genera pigmentos necesarios para el funcionamiento de la retina. Desempeña un papel importante en el desarrollo de una buena visión, especialmente ante la luz tenue. También se puede requerir para la reproducción y la lactancia. El β-caroteno, que tiene propiedades antioxidantes que ayudan a eliminar radicales libres previniendo el envejecimiento celular, es un precursor de la vitamina A. El retinol puede oxidarse hasta formar el ácido retinoico, un ácido de uso medicinal. Esta vitamina posee 3 vitameros (vitaminas que tienen más de una forma química) son el retinol, el retinal y el ácido retinoico.
Se forma a partir de la provitamina betacaroteno y otras provitaminas en el tracto del intestino grueso. Se almacena en el hígado.
La vitamina A sólo está presente como tal en los alimentos de origen animal, aunque en los vegetales se encuentra como pro vitamina A, en forma de carotenos. Los diferentes carotenos se transforman en vitamina A en el cuerpo humano. Se almacena en el hígado en grandes cantidades y también en el tejido graso de la piel (palmas de las manos y pies principalmente), por lo que podemos subsistir largos períodos sin su aporte. Se destruye muy fácilmente con la luz, con la temperatura elevada y con los utensilios de cocina de hierro o cobre.
La función principal de la vitamina A es la protección de la piel y su intervención en el proceso de visión de la retina. También participa en la elaboración de enzimas en el hígado y de hormonas sexuales y suprarrenales. El déficit de vitamina A produce ceguera nocturna, sequedad en los ojos (membrana conjuntiva) y en la piel y afecciones diversas de las mucosas. En cambio, el exceso de esta vitamina produce trastornos, como alteraciones óseas, o incluso inflamaciones y hemorragias en diversos tejidos.
El retinol también ayuda en el proceso de formación de las mucosas corporales, tejidos blandos, huesos, dientes y por supuesto la piel. Además, es esencial a nivel de desarrollo celular y reparación de células de las mucosas, epitelios, piel, visión, uñas y cabello.
A nivel del sistema inmunológico, el retinol es muy importante para prevenir enfermedades infecciosas, especialmente aquellas del aparato respiratorio, ya que crea barreras que impide el paso de ciertos microorganismos bacteriológicos.
Su importancia también puede verse reflejada en sus funciones antioxidantes, ya que retrasa el envejecimiento celular y por ende, previene algunos tipos de cáncer gracias a sus antioxidantes naturales que protegen al ADN de su acción mutagénica.


La Vitamina A  a lo largo de la Historia





En Egipto, hacia el año 1500 a. C. se describió por vez primera el tratamiento de la ceguera nocturna (actualmente es sabido que esta ceguera obedece a un déficit de vitamina A), si bien no se relacionó a dicha enfermedad con alguna deficiencia en la dieta, se recomendaba la ingesta de hígado1 (alimento rico en vitamina A). Hipócrates prescribía hígado untado en miel a aquellos niños que en un estado de desnutrición padeciesen de ceguera, además de esto se han descrito prácticas similares en otras culturas del mundo.
En 1906, investigaciones en la alimentación del ganado determinaron que existían otros factores además de los carbohidratos, proteínas y grasas que eran necesarios para mantener la salud de los animales.
Entre los años 1912-1914, uno de esos factores fue independientemente descubierto por Elmer McCollum y Margaret Davis en la Universidad de Wisconsin-Madison, y en 1913 por Lafayette Mendel y Thomas Burr Osborne en la Universidad de Yale, estos últimos que descubrieron un factor liposoluble en la mantequilla. Los investigadores consideraron el nombre del mismo en base al descubrimiento reciente de el factor hidrosoluble B (vitamina B), por lo que acuñaron el nombre de factor liposoluble A (Vitamina A) para esta nueva sustancia descubierta.
En 1919, Harry Steenbock de la Universidad de Wisconsin-Madison propuso una relación entre los pigmentos amarillos de los vegetales los β-carotenos y la vitamina A.
En 1946, los holandeses David Adriaan Van Dorp and Jozef Ferdinand Arens publicaron la síntesis para la vitamina A en su forma ácida en la revista Nature.
En 1947, ellos completaron la primera síntesis del complejo que compone la vitamina A habiendo transformado el radical ácido en uno alcohólico




Acción fisiológica y bioquímica


 

La vitamina A tiene varias funciones importantes en el organismo como la resistencia a infecciones, la producción de anticuerpos, crecimiento óseo, fertilidad. Pero su principal función es la que cumple en la retina. El retinol es transportado hacia la retina, donde es oxidado a 11 cis-retinal que es llevado a las células presentes en la retina, en este caso a los bastones donde se une a una proteína de la retinal llamada opsina para así formar el pigmento visual llamado rodopsina. Estos bastones junto con la rodopsina detectan cantidades muy pequeñas de luz (por eso su función es tan importante para la vista nocturna), estos fotones de luz desatan una cadena de eventos generando un impulso nervioso al nervio óptico que el cerebro interpreta tan bien que se permite la visión a blanco y negro.
Esta vitamina también es muy necesaria para el crecimiento y la diferenciación del tejido epitelial por ejemplo el del ojo, del aparato respiratorio y gastrointestinal, se requiere en el crecimiento del hueso, en la reproducción y el desarrollo embrionario. Junto con algunos carotenoides, la vitamina A aumenta la función inmunitaria, contribuye a reducir las consecuencias de ciertas enfermedades infecciosas que pueden ser mortales.
Existen receptores en el núcleo del ácido retinóico y otros retinoides y estos receptores son del mismo tipo que los que median la acción de las hormonas esteroideas y tiroideas.








Funciones de la vitamina A   en el  Organismo:



                                                                 
                                                              Relaciones entre retinoides y sus funciones



Las fuentes dietéticas más importantes de la vitamina A son de origen animal (hígado, pescado, huevos) y las verduras como la zanahoria, en donde se halla en forma de provitaminas (carotenos).
Las principales funciones de la vitamina A son:
- Mantenimiento de la visión normal en situaciones de escasez de luz
- Potenciación de la diferenciación de células epiteliales mucosecretoras
- Incremento de la inmunidad frente a infecciones, sobre todo en niños
- Funciones fotoprotectoras y antioxidantes


Sistema óseo: es necesaria para el crecimiento y desarrollo de huesos.

Desarrollo celular: esencial para el crecimiento, mantenimiento y reparación de las células de las mucosas, epitelios, piel, visión, uñas, cabello y esmalte de dientes.


Sistema inmune: contribuye en la prevención de enfermedades infecciosas, especialmente del aparato respiratorio creando barreras protectoras contra diferentes microorganismos. Estimula las funciones inmunes, entre ellas la respuesta de los anticuerpos y la actividad de varias células producidas por la medula ósea que interviene en la defensa del organismo como fagocitos y linfocitos. Por ello promueve la reparación de tejidos infectados y aumenta la resistencia a la infección.

Sistema reproductivo: contribuye en la función normal de reproducción, contribuyendo a la producción de esperma como así también al ciclo normal reproductivo femenino. Debido a su rol vital en el desarrollo celular, la vitamina A ayuda a que los cambios que se producen en las células y tejidos durante el desarrollo del feto se desarrollen normalmente.






 Visión: es fundamental para la visión, ya que el Retinol contribuye a mejorar la visión nocturna, previniendo de ciertas alteraciones visuales como cataratas, glaucoma, perdida de visión, ceguera crepuscular ,también ayuda a combatir infecciones bacterianas como conjuntivitis.





La vitamina A es un Antioxidante natural : lo que significa que  protege del daño de los radicales libres a nuestras células. previniendo el envejecimiento celular y la aparición de cáncer, y protege al ADN de su acción mutagénica






La vitamina A es famosa por intervenir en la salud y la belleza de la piel. Al ser antioxidante, previene el daño celular que causa el envejecimiento prematuro. También mantiene la piel naturalmente hidratada y es efectiva para combatir enfermedades en la piel. De hecho, es un buen remedio contra el acné.

 

 

                                                           Prevenir los cálculos urinarios




Una vez que ingresa al organismo, la vitamina A produce un mineral llamado fosfato de calcio. Se ha demostrado que este compuesto ayuda a prevenir los cálculos o partículas sólidas que pueden desarrollarse en el aparato urinario


 Vitamina   A,  en Alimentos


Dentro del mundo animal, aquellos alimentos que contienen vitamina A son: principalmente los productos lácteos, la yema de  huevo y algunas carnes.


 Entre las carnes, las principales fuentes de vitamina a son el hígado vacuno, el aceite de  hígado de bacalao y el hígado de pollo.   Dentro de los lácteos, todas las leches vacunas poseen retinol pero es más recomendable consumir leche descremada y fortificada.
La vitamina a en alimentos de tipo vegetal se encuentra básicamente en todos aquellos de colores amarillos, rojos y verdes oscuros.

 Entre ellos, podríamos mencionar zanahoria, batata, calabaza, zapallo, ají, espinacas, lechuga, brócoli, coles de Bruselas, tomate, espárragos.


En las frutas: Damasco, durazno, melón, papaya, mango, mamón


En la siguiente lista de alimentos, cada uno contiene al menos 0,15 mg de retinol (lo que es equivalente a 150 microgramos (µg) o 500 UI) de vitamina A o betacaroteno por 50 o 200 g del alimento aprox.: Hígado (res, cerdo, pollo, pavo, pescado) (6500 µg 722 %). Zanahorias (835 µg 93 %). Brócoli (800 µg 89 %). Papas dulces (camote), o batatas (709 µg 79 %). Col rizada (681 µg 76 %). Mantequilla (684 µg 76 %). Espinaca (469 µg 52 %). Calabaza (369 µg 41 %). Lechuga verde (333 µg 37.5 %). Melón (169 µg 19 %). Óvulos (Huevos) (140 µg 16 %). Melocotones (96 µg 11 %). Papaya, lechosa (55 µg 6 %). Mango (38 µg 4 %). Guisantes (38 µg 4 %). La vitamina A proviene de fuentes animales como el huevo, la carne, la leche, el queso, la crema, el hígado, el riñón y el aceite de hígado de bacalao y de hipogloso. Sin embargo, todas estas fuentes, a excepción de la leche descremada enriquecida con vitamina A, tienen un alto contenido de grasa saturada y colesterol.
Las fuentes de betacaroteno son la zanahoria, la calabaza, la batata o camote, el melón, el calabacín, el pomelo o toronja, el albaricoque o albérchigo, el brécol o brócoli, la espinaca, en frutas y verduras de color; cuanto más intenso es el color de la fruta u hortaliza, mayor es el contenido de betacaroteno. Estas fuentes vegetales de betacaroteno no contienen grasa ni colesterol.
Dos tipos diferentes de vitamina A se encuentran en la alimentación. La vitamina A preformada se encuentra en productos de origen animal como carne de res, pescado, aves de corral y productos lácteos. El otro tipo, provitamina A, se encuentra en alimentos de origen vegetal, como frutas y verduras. El tipo más común de provitamina A es el betacaroteno.
La vitamina A también está disponible en suplementos dietéticos, generalmente en forma de acetato de retinilo o palmitato de retinilo (vitamina A preformada), betacaroteno (provitamina A) o una combinación de vitamina A preformada y provitamina A.

Exceso de vitamina A


Cuando tenemos una ingesta exagerada, una sobre dosificación o simplemente un depósito anormal de vitamina a o retinol en nuestro organismo, esto es conocido como hipervitaminosis A. Debido a que la vitamina A es liposoluble y no se excreta con facilidad, es posible llegar a consumir un exceso a través de la dieta, a diferencia de las vitaminas hidrosolubles, como las del complejo B o la vitamina C. Algunos de sus síntomas o efectos tóxicos son la aparición de náuseas, ictericia, irritabilidad, anorexia, la cual no debe ser confundida con anorexia nerviosa (trastorno alimentario), vómitos, visión borrosa, dolor de cabeza, dolor y debilidad muscular y abdominal, somnolencia, alopecia o perdida de cabello y estados de alteración mental.
Por supuesto que si estamos ante una ingesta elevada de retinol, también podemos observar otros efectos adversos como problemas de hígado, una densidad ósea visiblemente disminuida, desordenes en el sistema nervioso central y si esto se produce en una etapa del embarazo tambien pueden producirse malformaciones en el feto.
La toxicidad aguda ocurre generalmente con dosis de 25000 UI/kg, mientras que la toxicidad crónica, ocurre con 4000 UI/kg diarias por 6-15 meses. Sin embargo, la toxicidad hepática puede ocurrir a niveles más bajos, con 15000 UI diarias. En individuos con fallo renal, 4000 UI pueden causar daños importantes. Además de ésto, un consumo excesivo de alcohol puede incrementar esta toxicidad.
En casos crónicos, se evidencia fiebre, insomnio, vomito, fatiga, pérdida de peso, fracturas óseas, anemia y diarrea. Es importante destacar que los cuadros tóxicos solo se producen con el uso de la vitamina A preformada (retinoide) (como la proveniente del hígado), mientras que el consumo excesivo de verduras o frutas hipercatorenosis, las formas carotenoides (como los betacarotenos) no generan tales síntomas, simplemente este exceso se acumula en la piel produciendo un color amarillo en la palma de las manos, pero no se considera peligroso para la salud.

Carencia de vitamina A  (Avitaminosis)



Si bien el consumo en exceso de alimentos que contengan vitamina a o retinol resulta perjudicial para la salud, también lo es si tenemos una carencia de la misma en nuestro organismo y no la ingerimos en las cantidades recomendadas.
Por lo general, deficiencia de vitamina A es rara en los países industrializados. En los países en desarrollo, la dieta sola puede ser insuficiente para mantener los niveles adecuados de vitamina A, especialmente en los niños. Suplementos de vitamina A pueden ayudar a prevenir o tratar la deficiencia de vitamina A.
 La deficiencia de vitamina A afecta la inmunidad, y causa erupciones de la piel, sequedad de los ojos, y ceguera nocturna.




Dentro de las primeras manifestaciones que ocasiona el déficit de vitamina A, se encuentran los problemas de la vista, y más concretamente en la visión nocturna. Un déficit prolongado genera una serie de cambios radicales a nivel ocular, entre ellos la xeroftalmia. El proceso ocurre de forma progresiva. Primero se produce sequedad en la conjuntiva (xerosis) y el epitelio normal del conducto lagrimal y de la mucosa es reemplazado por un epitelio queratinizado. Luego, ocurre una acumulación de la queratina en placas pequeñas (manchas de Bitot) y finalmente se produce una erosión de la superficie rugosa de la córnea, con ablandamiento y destrucción de la misma (queratomalacia), lo cual desemboca en una ceguera total. Otros cambios incluyen el incremento de la susceptibilidad a las infecciones bacterianas, parasitarias o virales, hipoqueratosis, queratosis pilaris y metaplasia escamosa del epitelio que cubre vías respiratorias, urinarias hasta llegar a un epitelio queratinizado, la piel se vuelve áspera, seca, con escamas al igual que el cabello y las uñas.



Decíamos que la esta vitamina participa también en el crecimiento y una deficiencia de este nutrimento puede repercutir en el crecimiento máximo de los niños que inclusive puede alterar su desarrollo psicomotor. También se ha observado que su deficiencia predispone a infecciones tanto de las vías respiratorias como las gastrointestinales.


No hay comentarios:

Publicar un comentario